Puede que no haya certezas (vamos despacio, para encontrarnos)
En el transcurso de esa búsqueda sin bordes ni contornos (otro río sin orillas), circular, cíclica y, evidentemente, siempre autorreferencial, de significados (excusas o, lisa y llanamente, justificaciones), en ocasiones aparecen gemas como este libro publicado hace 20 años.
“Las creencias,…, son sólo apuestas para el futuro. Aunque creamos sin reservas en ciertos conjuntos de verdades, existe siempre la posibilidad de que otro conjunto de verdades pueda ser el adecuado”.
Muchos subrayados, transcripciones, notas al margen (con una letra cada vez más ilegible según pasan los años). Pero en general, en todo subyace esa idea fundacional, que nace de reconocer la impronta del azar y que se desarrolla (se acepta) con la experiencia (es decir con esos años que pasan). La vida es un experimento.
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Entonces, mientras escucho la melodía resonando en algún rincón de la memoria, se me ocurre transcribir en la primera hoja:
He deals the cards to find the answer/
The sacred geometry of chance/
The hidden law of a probable outcome/
The numbers lead a dance.
