Quince: Do you remember? (Now it’s over)

Los rayos del ahora tímido pero aún tibio sol de la tarde me ciegan parcialmente, mientras recupero aire, fuerzas y algo de dignidad luego del (hace un tiempo) regular trotecito terapéutico, caminando en el centro, casi exacto, del Boulevard mientras miro, sin ver, un pequeños grupo de adolescente que avanzan decididamente, sumidos en en una intensa charla que para cualquier otro resultaría intrascendente pero, para ellos, seguramente importante, urgente y hasta solemne por lo que traslucen sus rostros serios, casi preocupados o tal vez concentrados, o simplemente atentos a la historia que uno de ellos viene narrando, con excepcional maestría diría yo, por el efecto que logran sus palabras en todos ellos, pero especialmente en ella, una chica que sigue sus pasos en perfecta sincronía, deteniéndose en cada pausa que él exagera para adornar sus dichos, o para prolongar el suspenso, a esta altura insoportable, hasta que es ella justamente, cuando el sol se pierde un instante y me permite observar el detalle, la que sonríe primero tímidamente y luego ya con una carcajada y todos celebran el probable chiste, el desenlace o el principio de otra historia (la de ellos dos, la de tantos otros).

Definitivamente, ahora la luz es apenas tenue y se diluye entre los árboles de la plaza. Me detengo un momento, me doy vuelta rápidamente y (ya) no hay nadie en la vereda.

Similitudes que soñás
Lugares que no existen
Vuelves a pasar
Errores ópticos del tiempo y de la luz

Tanto pediste retener
Ese momento de placer
Antes de que sea tarde
Vuelve la misma sensación
Esta canción ya se escribió
Hasta el mínimo detalle